Las tendinopatías se han convertido en una lesión que preocupa enormemente a los protagonistas de la salud del deportista. Puede afectar a todos por igual, desde deportistas profesionales y de alto rendimiento, hasta deportistas de tiempo libre.
En la actualidad se ha demostrado suficientemente los beneficios del ejercicio excéntrico en la regeneración tendinosa y se ha convertido en el tratamiento de elección ante este tipo de lesiones. Aun así, el éxito terapéutico no está garantizado. Muchos son los factores que influyen en la aparición de una tendinopatía y diversos los grados de afectación. Además, la clínica no siempre puede estar relacionada con la imagen diagnóstica, aspecto que dificulta en mayor medida la interpretación clínica.
Plantear una adecuada valoración y metodología de actuación se hace imprescindible para conseguir un mayor porcentaje de recuperación completa y definitiva.
Analizar la etiología.
Los factores que pueden favorecer la aparición de una tendinopatía son varios, y muchas veces todos, aunque en diferentes porcentajes, están implicados.
Algunos de estos factores que siempre se deben analizar, serán por un lado el bioquímico, es decir, los adecuados nutrientes que necesitamos para la correcta regeneración tisular que se produce con la práctica deportiva, y por otro el emocional. Existe una estrecha relación entre el sistema límbico (emociones) y el tono muscular.
No se debe olvidar, principalmente en deportistas de tiempo libre la infraestructura y el material deportivo utilizado. Desde el calzado hasta las superficies en las que se practica el deporte.
La técnica deportiva es otro aspecto a considerar, principalmente en deportes cíclicos donde la reiteración de un mismo gesto, si este se realiza de manera poco eficiente, terminará por producir sobrecargas que pueden asentar en el tendón.
El equilibrio muscular, por un lado respecto a la fuerza de los agonistas y antagonistas, por otro a la fuerza-potencia y fuerza-resistencia (en función de la especialidad deportiva) del grupo muscular relacionado con el tendón, y por último respecto a los músculos tónicos y fásicos, vigilando la retracción de los primeros y la debilidad de los segundos.
El control motor, con una adecuada secuencia de activación e intensidad de la contracción tiene una influencia directa en una buena biomecánica gestual y corporal que determina la eficiencia y economía del movimiento. Por último no debemos olvidar los puntos gatillo musculares, que provocan un control motor alterado y pueden dar dolor referido a la zona del tendón dando a confusión.
Seguramente, el aspecto más importante en la prevención y manejo de las tendinopatías sea la planificación del entrenamiento. El adecuado equilibrio entre degeneración y regeneración que se produce durante la práctica deportiva nos llevará a vaciar por completo el depósito tendinoso o a mantenerlo en los niveles requeridos.
Analizar el estado.
El primer aspecto a considerar en un paciente con una aparente clínica de tendinopatía será cuantificar el grado de afectación de la estructura. Mediante técnicas de imagen se debe valorar la afectación del tendón, el nivel de degeneración tendinosa. La ecografía se ha mostrado como la técnica de elección, aunque es bastante explorador/dependiente, si bien es verdad que es más dinámica que otras técnicas y permite una revaloración más continua.
También se deben valorar los aspectos que hemos visto en el punto anterior como posibles causas de tendinopatía y cuantificar su posible implicación. De ellos, el análisis de la fuerza debe tomar especial relevancia.
Planificar la recuperación.
La recuperación de una tendinopatía no es un proceso rápido cuando el tendón está afectado. Dos aspectos tendremos en cuenta:
1- Nunca se debe pautar reposo absoluto.
2- La recuperación se plantea a medio/largo plazo. Mínimo 6 semanas.
Regeneración tisular.
Para favorecer la regeneración diferentes medios nos pueden ayudar. Desde el masaje que mejora el tono muscular y favorece la microcirculación del tendón, pasando por el US con una pauta adecuada y terminando con el ejercicio excéntrico. El ejercicio excéntrico, su correcta pauta y ejecución no es sencilla de determinar. Necesitamos unos niveles mínimos de fuerza muscular para poder empezar un programa de ejercicio excéntrico. Y la realización del mismo deberá ser de una amplitud y velocidad adecuada a los objetivos terapéuticos y a la evolución clínica.
Refuerzo tisular.
Cuando el nivel de degeneración mejora y con él la clínica que presenta nuestro deportista, entraremos en la fase de preparación de la estructura para la correcta ejecución del gesto, incrementando de manera progresiva su capacidad para soportar carga, planificando y progresando en intensidad y volumen de esfuerzo requerido por parte del tendón.
Readaptación al esfuerzo.
La última fase y no menos importante de la recuperación del deportista será la incorporación a la práctica habitual. Se requiere una adecuada planificación, explicando muy bien a nuestro deportista las señales que el tendón le puede mandar ante una sobrecarga puntual (que deberemos considerar) para adaptar la carga de entrenamiento según proceda.
Como conclusión, se puede afirmar que la tendinopatía es una de las lesiones más complejas de abordar en el ámbito deportivo, tanto por sus diferentes causas y factores predisponentes, como por su posterior recuperación, donde muchas variables se deben considerar.
Dr. Josep C. Benítez.
Fisioterapeuta, C.O. Director del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Valencia.
Profesor del curso: Recuperación de las Tendinopatías en el Deportista. Clasificación, prevención y tratamiento.
Consulta toda la info del curso en:http://www.instema.net/producto/tendinopatias-en-deportista/
Consulta el currículum completo del Dr. Josep C. Benítez en: http://www.instema.net/quienes-somos/profesores/d-josep-c-benitez/
Comments are closed.