¿Qué es?
Es una lesión bastante frecuente en el futbolista. Suele producirse cuando el músculo realiza una contracción violenta acompañada de un estiramiento simultáneo. Este gesto da lugar a que algunas fibras del músculo se rompan.
¿Qué tipos de rotura existen?
- Grado I, rotura leve. El futbolista nota una ligera molestia o un leve pinchazo acompañado de calambre. En ese momento no es consciente de la lesión y muchas veces puede seguir, pero al cabo de unas horas o al día siguiente sí que es consciente de que ha tenido una lesión en dicha zona.
- Grado II, rotura parcial. La rotura de fibras es mayor, la palpación en la zona es dolorosa. Hay tumefacción y pérdida de movilidad. Dificultad al andar, dolor al estirar y a la contracción muscular. En el momento que nota el pinchazo abandona la actividad, ya que no puede seguir.
- Grado III, rotura total. Se produce un vacío y se observa un agujero o hueco en la fibra muscular, por lo que requiere cirugía.
Causas
- Infección bucal
- Mala alimentación o hidratación
- Mal calentamiento
- No estirar, no realizar trabajo excéntrico
- No descargar a nivel masaje en miembro inferior
- Sobrecarga de repetición
Tratamiento y readaptación
Después de la rotura fibrilar hay 3 fases:
- Fase de inflamación: de 0 a 7 días
- Fase de reparación: de 7 a 14 días
- Fase de cicatrización: de 14 a 21 días
En cada fase actuaremos de forma diferente. En la fase de inflamación es importante aplicar hielo durante las 3 primeras horas (durante 10 minutos, cada 45 minutos) para minimizar la cantidad, porque la inflamación, según algunos estudios científicos, es buena para proteger la zona. Seguidamente aplicaremos calor o combinaciones de frío-calor para eliminar los residuos que ha formado esa inflamación.
Cuando se trata de deportistas profesionales, en esta fase haremos uso de la Electrólisis Percutánea con la máquina Physio Invasiva (imagen 1) (www.mvclinic.es). A partir del tercer día utilizaremos la electrólisis para provocar una reacción en el tejido que está dañado, controlando esa inflamación y que el paso de reparación fibrilar sea correcto. Con esto evitaremos que, en la fase de cicatrización natural del cuerpo, se forme la fibrosis, causante de tantas recidivas en el mundo del deporte.
Todo esto va acompañado cada dos días de la aplicación de diatermia con la TCare (imagen 2) (www.enraf.es), electroterapia, acupuntura o masaje según el caso y siempre con control ecográfico (en el caso de la fisioterapia invasiva) con el sofisticado General Electric LOGIQ S7 Expert (imagen 3) (www.enraf.es), indicado en el tratamiento y la evolución de la rotura fibrilar.
Durante los seis años que llevo aplicando este tratamiento en mis deportistas los resultados han sido excelentes.
Por supuesto, va acompañado de ejercicio a partir del octavo día con isométricos sin dolor (se puede combinar piscina, bicicleta…) y, a partir del día 14, o si antes no hay dolor al estiramiento o a la contracción, empezaremos a realizar el ejercicio excéntrico sin dolor. Además, realizaremos técnicas de vendaje McConnell y neuromuscular que ayudarán a las fibras musculares a trabajar menos y a mejorar la recuperación.
Entre los días 14 y 21 iniciamos carrera continua con pausas de marcha para recuperar. En el día 21 ya estaremos realizando 30’ de carrera continua con cambios de ritmo y realizaremos circuitos en los cuales el músculo lo llevamos a esfuerzos y valoraremos la sensación del futbolista antes de incorporar al equipo. Si todo va bien, entre el día 21 y 28, el deportista ya estará entrenando con el equipo y a disposición del técnico, aunque siempre recomiendo el primer partido 30’, el segundo 45’ y el tercer partido a disposición completa. Todo esto variará en función de la necesidad que tenga el equipo del jugador siendo más determinante o no.
En conclusión, existe un alto riesgo de recaída si un deportista con una rotura fibrilar se incorpora a la actividad antes de los 21 días. También variará en función de la necesidad que tenga el equipo de disponer de dicho deportista y de si se encuentran al inicio, mitad o final de temporada, donde a veces hay que correr más riegos.
Entrada escrita por: D. Vicente Estévez Grimalt
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