La palabra infancia proviene del latín “infans”, que significa mudo, que no habla, incapaz de hablar. Que no pueda hablar, no significa que no se comunique, pues su sistema corporal tiene infinidad de gestos, con los que el niño nos transmite su bienestar o malestar. Sólo nos falta como en cualquier idioma establecer una relación cognitiva.
En el embarazo o en el proceso del parto, hay muchos factores que pueden afectar la salud del bebé, y su mejor forma de hacernos saber que algo no funciona bien, será llorando, cambiando los ritmos de sueño-vigilia, estando demasiado atónico o por el contrario hiperactivo, …
La fisioterapia pediátrica es una disciplina que ofrece un amplio abanico de posibilidades terapéuticas, con el fin de identificar, tratar e intentar normalizar la mecánica estructural, craneal y visceral que encontramos en disfunción, en multitud de afecciones típicas en cada etapa de su desarrollo.
El tratamiento fisioterápico nos permite normalizar la función, librando al pequeño de los síntomas, y permitiendo que se desarrolle correctamente, evitando las posibles secuelas o consecuencias de una alteración en el desarrollo natural del mismo. Así mismo, es importante integrarlas en un trabajo multidisciplinar, para dar una mejor solución a corto y largo plazo.
Con este curso, aprenderemos cómo realizar una exploración fisioterápica del niño, para posteriormente poder abordarlo con las estrategias terapéuticas adecuadas.
El precio incluye: docencia, apuntes del curso en formato digital y diploma acreditativo.